Sun and Sea, performance musical que trae la playa a Medellín para reflexionar sobre el cambio climático
Sun & Sea es una obra creada por las artistas lituanas Rugilė Barzdžiukaitė (dirección), Vaiva Grainytė (dramaturgia) y Lina Lapelytė (composición), que estará en Medellín entre los próximos 23 y 26 de octubre, después de haberse presentado en el Centro Nacional de las Artes de Bogotá y de haber ganado el León de Oro en la Bienal de Venecia en 2019.
Sun & Sea no es una ópera tradicional. Es un proyecto que propone una visión renovada de este formato clásico, que va más allá de lo artístico al tomar partido en la lucha contra el cambio climático. Se trata de una instalación y performance en la que más de 20 personas, entre cantantes y performers en traje de baño, disfrutan —aparentemente— de un día de verano. Desde plataformas elevadas, el público observa cómo la escena de ocio se transforma lentamente en una metáfora inquietante: cada intérprete, a través de canciones y monólogos, revela preocupaciones que van desde lo trivial hasta lo apocalíptico, construyendo un coro que denuncia la crisis ecológica y la indiferencia global.
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Radio Nacional habló con Santiago Gardeazábal, director de la agencia productora de esta ópera, Nova Et Vetera.
“Sun & Sea nació como una colaboración entre tres artistas lituanas. No se pensó como una ópera tradicional, sino como un híbrido entre instalación, performance y concierto coral. La idea era llevar los límites de la ópera a un contexto más cotidiano: una especie de playa bajo techo, donde la música y los cuerpos reposando sobre la arena construyen esa narrativa sobre el tiempo, el ocio y la fragilidad del planeta”, explicó Gardeazábal.
La obra debutó en Vilna, Lituania, en 2017 y alcanzó gran reconocimiento. En 2019 representó a Lituania en la Bienal de Venecia, donde muchos programadores del mundo se interesaron en este espectáculo tan particular.
Para producir este espacio cerrado con una playa artificial iluminada por un sol ficticio, es necesario contar con aproximadamente 33 toneladas de arena y cerca de 15 artistas internacionales provenientes de Lituania, Reino Unido, España y otras partes del mundo, junto con 20 integrantes de la Fundación Sirenaica, que desde hace tres décadas impulsa la formación integral de niños y jóvenes a través del canto en Medellín.
“El proceso de montaje de esta obra empieza con una especie de scouting exhaustivo para encontrar el espacio idóneo. En el caso de Bogotá fue el Teatro Colón del Centro Nacional de las Artes y, en Medellín, buscando la viabilidad técnica de los elementos que exigen las artistas —como que el público tenga una visión desde arriba—, se eligió la Ciudadela de la Cuarta Revolución y la Transformación del Aprendizaje (C4TA). Allí se hicieron adecuaciones, pruebas de peso, iluminación (para emular el sol de la playa) y más trabajo técnico. En paralelo, se realizó un trabajo con un coro local que acompañará al grupo de cantantes, no solo lituanos, sino de varias nacionalidades. También se hizo una convocatoria local para que personas del lugar hagan parte de esta playa ficticia; por ejemplo, en Bogotá invitamos a un vendedor de aguacates, y en Medellín habrá varias sorpresas”, dijo Gardeazábal.
El contenido de la obra tiene muchos elementos que pueden parecer banales o de simple cotidianidad, pero detrás de esto hay un contenido lírico que nos saca de nuestra zona de confort y nos lleva a pensar: “¿Qué hago yo por el planeta?”.
“Es una ópera con un libreto escrito por Vaiva Grainytė, quien es una gran escritora y poeta lituana. Tiene un mensaje muy particular, en una prosa sutil y contundente a la vez. Mientras se disfrutan los placeres cotidianos, el mundo se transforma bajo la amenaza de la crisis climática que algunos niegan. Hay una aparente ligereza en esos cantos sobre vacaciones, helados o protector solar, pero en medio de todo eso se entrelazan reflexiones sobre glaciares derritiéndose, especies extinguiéndose o mares contaminados. Al final, se genera una conciencia sensible, no dramática: una combinación entre el ocio y la catástrofe, mostrando cómo la crisis climática se infiltra en nuestra vida diaria”, explicó Gardeazábal.
La presentación de Sun & Sea en Medellín tendrá como escenario la Ciudadela de la Cuarta Revolución y la Transformación del Aprendizaje (C4TA), un espacio que simboliza la transformación de la antigua Cárcel de Mujeres El Buen Pastor en un lugar dedicado a la cultura, la innovación y la memoria.
“Todos los elementos que se utilizan en este proyecto, incluyendo las 33 toneladas de arena que se verán en Medellín, se devuelven al proveedor, sin desperdiciar ni un grano. Después, este material lo usa la industria de la construcción. Esto hace parte del compromiso ambiental de la obra, que busca minimizar su impacto ecológico en el mundo, actuando de manera coherente con los temas que promueve: reflexionar sobre el cambio climático y las dinámicas humanas frente al entorno natural”, explicó Santiago.
Sun & Sea ha estado en Chile, Argentina, México, sigue para Brasil y ahora llega a Medellín.
“Esta no es solo una ópera o una instalación, es una experiencia única que mezcla arte contemporáneo, música coral y una reflexión sobre el futuro de la humanidad. Medellín, que es una ciudad de contrastes, merece ver este espectáculo que ya ganó el León de Oro en Venecia y que, además de ser una hermosa puesta en escena, nos deja mensajes actuales sobre la forma en que habitamos el planeta”, concluyó Gardeazábal.