Una imagen poco común sorprendió a quienes transitaron el pasado 24 de junio por el centro de Bogotá: la emblemática Plaza de Bolívar fue cubierta por miles de botellas plásticas. La escena fue protagonizada por recicladores de distintas regiones del país, quienes se manifestaron durante nueve horas para llamar la atención sobre la crítica situación económica que enfrentan.
La protesta, que se extendió hasta las 3:00 p. m., buscaba visibilizar el desplome del 30% en el precio del reciclaje, especialmente de plásticos como el PET. “Desde hace años venimos denunciando cómo los precios del reciclaje en Colombia están por debajo de los costos del trabajo que hacemos los recicladores”, afirmó Juan Carlos Niño, vocero del movimiento.
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Actualmente, un kilo de botellas plásticas, que anteriormente se vendía por 3 mil pesos, hoy no supera los 1 mil setecientos pesos. Esta caída ha golpeado directamente los ingresos de miles de familias que dependen del reciclaje como única fuente de sustento.
Los manifestantes advirtieron que, aunque en Colombia se han aprobado regulaciones para restringir los plásticos de un solo uso, los beneficios han sido absorbidos por la industria y los intermediarios, dejando al margen a quienes hacen el trabajo de recolección y clasificación.
Además de la protesta simbólica, los recicladores iniciaron un taller nacional para analizar la estructura de costos en la actividad de aprovechamiento de residuos sólidos. Esperan que la Superintendencia de Industria y Comercio escuche sus demandas y se instalen mesas de concertación que les permitan una participación en la construcción de soluciones.
En Bogotá, se recolectan en promedio 2 mil toneladas de material reciclable cada día, una cifra que da cuenta de la magnitud del trabajo que realiza este sector informal pero vital para el medio ambiente y la economía circular.