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Emprendimientos abren el camino de la paz en la costa pacífica nariñense

En Tumaco, la sustitución de los cultivos de uso ilícito por cacao le puso fin a la violencia. La danza integra a los hogares afrodescendientes y con la música, el pueblo indígena Awá recupera su identidad.
Día Internacional de la Paz: Emprendimientos impulsan la paz en Tumaco y la costa pacífica nariñense
Juan Narváez
Juan Miguel Narváez Erazo

El desarrollo agropecuario para la siembra y la transformación del cacao es la mejor alternativa productiva que en sus consejos comunitarios encontraron 4.000 familias afrodescendientes de la costa pacífica nariñense para darle paso a la paz.

Yesenia Montaño apoyo técnico para la dirección de sustitución de cultivos de uso ilícito con enfoque étnico, afirmó que la siembra y transformación del cacao es un ejemplo a seguir en otras regiones del mundo para que frutos tan apasionantes como ese contagien de amor y paz a todas las naciones donde actualmente predomina el conflicto.

En el Día Internacional de la Paz, la dirigente social invita a todos los pueblos del planeta Tierra a depositar sus buenas intenciones en la agricultura y en la sustitución de los cultivos de uso ilícito. Con buena voluntad y el amor incondicional por el prójimo; asegura que cada vez que el rencor se erradica del corazón florece la esperanza de tener un futuro mejor.

Eso sucedió en los más de 10 consejos comunitarios donde las familias afrodescendientes comprendieron que la siembra de cacao es mejor que los cultivos de plantas de coca. Con ese cambio argumenta que los hogares afrodescendientes respiran paz y viven en un ambiente donde la cordialidad y la solidaridad son los protagonistas.

La producción de chocolate y otras iniciativas que según Ana Milena Ponce presidenta de la Asociación de Mujer Afro con Emprendimiento Empresarial del Consejo Comunitario Rescate 'Las Varas' favorece a 364 familias, le pusieron fin al sufrimiento con el que la violencia empañó a Tumaco.

Para la dirigente social, los 500 kilos anuales de cacao que obtienen de las variedades 'Criollo' y 'Universal', unifican a los hogares rurales fortaleciendo los lazos de amor y hermandad.  

Sabina Carvajal, Ana Araujo y Dalinda Ospina quienes hacen parte del emprendimiento ‘Agromira’ aseguran que la transformación del cacao reconcilió a Tumaco.  

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Iniciativas que transforman

Así mismo, en la costa pacífica nariñense, las bellas artes son el mejor antídoto con el que cuentan los maestros de la música y de la danza para la promoción de la paz y la reconciliación de sus territorios más afectados por el conflicto. 

Es así como en el Día Internacional de la Paz, Juan Ortíz titular de la corporación autónoma cultural y turística raíces, Corpaculturas vinculó a los procesos comunitarios de armonización territorial a alrededor de 350 niños, 400 niñas, 200 adolescentes, 120 jóvenes y más de 100 adultos mayores de las 5 comunas más vulnerables de la región para rendirle tributo a la convivencia social.  

En los encuentros artísticos que tienen lugar en los parques: Colón, Nariño y Caballito Garcés, los colectivos culturales, encantan a los espectadores con el bambuco viejo, el currulao, la juga de arrullo, la juga de cambio, el torbellino y la jota acariciada entre otras danzas tradicionales del pacifico sur.  

En cada tonada, el director de la corporación cultural asegura que los danzantes también rinden tributo a las familias afrodescendientes de Tumaco, Mosquera, Francisco Pizarro, La Tola, Magüí Payán, Olaya Herrera y Santa Bárbara de Iscuandé en cuyos consejos  comunitarios exaltan los oficios tradicionales.

Es por ello que al compás del currulao y el sonido de la marimba, reviven aquellos episodios sociales de las más de 6.000 mujeres afrodescendientes que en dichas poblaciones integran a sus comunidades y rechazan todo acto de violencia a partir del pescado encocado, de la piangua macerada con chirarán y del pusandao entre otros platos originarios.  

Con estas sencillas pero invaluables prácticas que fortalecen las relaciones interpersonales y amplían la reconciliación familiar, enseñan al mundo que si es posible reconciliar a sus territorios para alcanzar la paz.

‘Sonrientes’ une al pueblo Awá  

Desde el corregimiento de Llorente en Tumaco, Dayana Bisbicus consejera de educación de la Unidad del Pueblo Indígena Awá Unipa; asegura que la guerra que en su tiempo dejó oscuros mantos de llanto, dolor y destrucción, se desvaneció con la buena voluntad de las más de 800 familias ancestrales y la práctica de las costumbres originarias.

Para la reconstrucción social y moral de su territorio, afirmó que hace más de 5 años acudió al baile y a la música, sin perder las tradiciones de su pueblo ancestral. Con esas prácticas indica que se esfumó el odio y por eso indica que al son de la marimba, del bombo y del guasá un grupo de jóvenes indígenas emprende al compás de la paz.  

Con la música y el canto tradicional integrantes de la corporación autónoma cultural y turística raíces, Corpaculturas envían sentidos mensajes de paz. 

Para ello, 3 jóvenes indígenas del resguardo San Sábalo aprovechan sus habilidades artísticas para cantarle a la paz a través del rap en su lengua nativa awapit.  Con esta fusión cultural de ancestralidad y modernidad, cimentadas en la palabra dulce de las abuelas y de los mayores; transmiten al mundo mensajes de dignidad, fortaleza y convivencia social.  

En la canción titulada Ishanchirasmin - Kainamtuz que en el idioma Awapit del pueblo indígena Awá significa ‘Sonrientes’, la agrupación musical ancestral ‘Los Mensajeros’ reflexiona sobre la importancia de la vida, la armoniosa protección de su territorio y el valor que tiene la paz en la sociedad y la madre tierra.  

En su inédita interpretación en la que predominan los sonidos del ´piano de la selva’ y del guasá, Ñankara MC – Fredy Canticús, Fredair – Freiman Canticús, Norbey B – Willington Bisbicús y Hermes – Hermes Pai rechazan todo acto de violencia que a lo largo de los años ha entristecido a su pueblo indígena y ha provocado la pérdida de sus costumbres, incluso de su lengua nativa.

Con está canción, la Consejera de Educación de la Unidad del Pueblo Indígena precisa que la juventud Awá está volviendo a sus raíces, puesto que el desplazamiento forzado y otros hechos generados por el conflicto armado impidió que los Awá se comunicarán en su propio idioma provocando la pérdida de una parte de su identidad.  

Ahora, asegura que las bellas artes y el cese de la violencia facilitan la integración cultural de su resguardo puesto que ahora bailan y cantan libremente sin temor a la estigmatización de la que un día fueron objeto por parte de los grupos alzados en armas.  

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