José “Pepe” Mujica, falleció este martes 13 de mayo a los 89 años de edad tras una dura batalla contra el cáncer. El expresidente de Uruguay (2010-2015) será recordado como una figura admirada tanto por su particular estilo de vida como por su compromiso con la justicia social, la igualdad y la democracia.
Nacido el 20 de mayo de 1935, Mujica fue guerrillero tupamaro en su juventud y pasó más de una década en prisión durante la dictadura militar uruguaya. Su transformación posterior en líder político democrático fue un símbolo de reconciliación y madurez cívica. Tras recuperar la libertad, fue electo diputado, luego senador y finalmente presidente.
Logros y legado de Pepe Mujica
Durante su presidencia, Mujica impulsó reformas progresistas que colocaron a Uruguay en el centro del debate internacional. Algunos de los logros más destacados durante su mandato fueron:
Legalizó el matrimonio igualitario.
Despenalizó el aborto.
Convirtió a Uruguay en el primer país del mundo en regular la producción y venta de marihuana.
Mujica donó la mayor parte de su salario como presidente a causas sociales y vivió en su modesta chacra en las afueras de Montevideo, acompañado de su esposa, la también exsenadora Lucía Topolansky.
Su forma de vida coherente con sus ideas lo convirtió en una figura profundamente respetada incluso por quienes no compartían su ideología.
Mujica también dejó una huella internacional con sus discursos en la ONU, donde abogó por una vida más sencilla y una política basada en la empatía y el bien común. “No venimos al mundo solo a desarrollarnos, venimos al mundo a ser felices”, dijo ante la Asamblea General en 2013, ganándose reconocimiento global.
El legado de Pepe Mujica trasciende la política uruguaya: fue un ejemplo de coherencia, humildad y compromiso con los más desfavorecidos. Su muerte deja un vacío difícil de llenar, pero su vida seguirá siendo fuente de inspiración para generaciones enteras.