Treinta mujeres culminaron con éxito el curso de cocina tradicional afrodescendiente, un espacio formativo que, además de resaltar el valor patrimonial de los saberes culinarios ancestrales, también le apuesta a la dignificación de los oficios tradicionales y la generación de nuevas oportunidades para las comunidades.
En un periodo de tres meses, las egresadas fortalecieron sus capacidades mediante una formación de 160 horas basada en el principio de ‘aprender haciendo’, sello distintivo de las Escuelas Taller. El proceso incluyó módulos que abordaron contenidos como la cultura de paz, el enfoque de género y las técnicas propias de la cocina afrodescendiente.

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Erika Lasso, una de las beneficiarias, destacó este espacio: “Para mí es un honor y un orgullo haber hecho parte de este proceso de Escuela Taller, Cocina tradicional; esperamos que nuestros saberes ancestrales y culturales sean replicados y ampliados para el conocimiento de otros también”. Seguir creciendo y que estos saberes no se queden en un sueño que nosotros hoy ya realizamos, sino que más compañeras y compañeros se adhieran a las Escuelas Taller.
La formación fue posible gracias a la articulación entre el Programa Nacional de Escuelas Taller de Colombia del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, la Gobernación del Cauca y la Fundación Huella Africana. Esta primera cohorte representa el inicio de un proceso territorial orientado a fortalecer las identidades culturales, ampliar el acceso a la educación local y promover mejores condiciones de vida para las comunidades del Norte del Cauca.