Las obras de infraestructura educativa en Cali que por años fueron símbolo de abandono y despilfarro público, conocidas como “elefantes blancos”, están hoy más cerca que nunca de convertirse en centros de aprendizaje al servicio de la comunidad.
Tras una reciente inspección del Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa (FIE), se confirmó que 28 proyectos en distintas comunas de la ciudad avanzan a buen ritmo y podrían ser entregados entre septiembre y octubre de este año.
Sebastián Caballero, gerente del FIE, recorrió varias de estas construcciones, entre ellas las instituciones educativas Cristóbal Colón, en el barrio Mariano Ramos, y El Diamante, en el sector del mismo nombre. Estas dos obras, ubicadas en el suroriente de la capital vallecaucana, están recibiendo una inversión conjunta de más de 20 mil millones de pesos y beneficiarán a más de 2.000 estudiantes.
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"Los recursos públicos hay que manejarlos de manera transparente, y eso implica no solo la presencia del Estado, sino también la vigilancia de la comunidad", afirmó Caballero durante su recorrido, subrayando la importancia de que estas inversiones lleguen efectivamente a las zonas históricamente excluidas.
Las obras, que se habían iniciado durante las presidencias de Juan Manuel Santos e Iván Duque, pasaron por años de parálisis administrativa y presupuestal, afectando a al menos tres administraciones locales. Hoy, bajo el gobierno de Gustavo Petro, el enfoque ha cambiado. Según Caballero, el objetivo es claro: cerrar las brechas de desigualdad a través de una infraestructura escolar digna y moderna.
En total, se están invirtiendo más de 120 mil millones de pesos en estas 28 infraestructuras educativas, las cuales se ubican principalmente en las comunas populares de la ciudad. Estos proyectos hacen parte de una estrategia nacional para construir paz y equidad desde la educación, llevando oportunidades donde antes hubo abandono.
"Estamos yendo a las comunas, a los sectores populares donde nunca antes se había mirado, para hacer las inversiones necesarias y superar las brechas de desigualdad social", concluyó el funcionario.
La expectativa ahora está puesta en que estas nuevas instituciones no solo se conviertan en símbolos de progreso, sino también en espacios que dignifiquen la vida de miles de niños, niñas y jóvenes caleños.