Doña Diosita y su tradicional caldo de pata, con el sabor de la costa pacífica nariñense
La costa pacífica Nariñense ofrece un sin número de sabores que a la vez se conjugan con los saberes de las cocineras tradicionales de la región.
Uno de esos platos habituales es el delicioso caldo de pata de res, el cual, desde hace más de 50 años, en el centro del municipio de Tumaco es preparado por doña Diosita Benítez quien desde su juventud heredó los conocimientos gastronómicos de su madre sobre este cotidiano producto en el que la papa y la mazorca se fusionan con el exquisito aroma del chirarán y de la chillangua; entre otras hierbas de azotea que germinan en el pacífico sur colombiano.
Desde los 15 años de edad cuando Diosita empezó a liderar el emprendimiento familiar cumple cabalmente con los horarios de cocción para que la carne de la pata de res desprenda todos sus aromas y su exquisito sabor se disfrute ‘celestialmente’ en el paladar de los comensales que diariamente proceden de Esmeraldas, San Lorenzo (Ecuador), Francisco Pizarro, La Tola, El Charco y Mosquera entre otras poblaciones de la costa pacífica nariñense.

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Parte de los secretos culinarios no solo se quedan en la sabiduría de doña Diosita sino también en la experiencia gastronómica de su hija Emilsen Navarrete Benítez, quien indica que la jornada de preparación y cocción de los productos inicia a las 6:00 p. m. y termina a las 5:00 a. m.
Diariamente preparan entre 120 y 150 platos de caldo, para lo cual requieren de 25 kilos de papa, 5 kilos de yuca, 30 mazorcas, 2 atados de cilantro y alrededor de 15 patas de res. En este emprendimiento ubicado en la calle Mercedes que para la familia Navarrete Benitez es símbolo de paz y unidad; también participan las nietas de doña Diosita con el firme propósito de que trasciendan sus conocimientos para que en Tumaco perdure esta tradición familiar.
Yurany García asegura que su abuelita emprende desde que era una quinceañera y que todos los secretos de la cocina los traspasa incondicionalmente para que su iniciativa perdure con el paso de los días. A lo largo de los años que lleva apoyando a su abuelita, subraya que ha tenido la oportunidad de atender comensales que diariamente arriban desde San Lorenzo y Esmeraldas (Ecuador), del Valle del Cauca y de los llanos orientales entre otros sitios más de Colombia.
Faustino Nicanor Angulo quien también apoya las labores cotidianas de doña Diosita, destaca que desde las 7:00 a. m. arriban pescadores, concheras, conductores y un buen número de trabajadores de la plaza de mercado entre otros comensales que encuentran en el caldo de pata las energías que necesitan para tener éxito en sus faenas diarias.
Con esta iniciativa subraya que la familia Navarrete Benítez demuestra que en Tumaco si es posible trabajar por la paz y la unidad de los hogares. En esta iniciativa gastronómica señala que la comunidad mira un claro ejemplo de unidad social, en el que trabajar por el bienestar familiar y comunitario si es posible.

Para Carmen Johanna García, su suegra doña Diosita refleja en su emprendimiento la tenacidad de aquellas mujeres que en medio de la soledad y el dolor superan las dificultades de la vida para luchar por el bienestar de sus familiares.
En cada plato, asegura que no solo están intrínsecos los sabores tradicionales de la región, sino también los más de 15 empleos directos e indirectos que genera esta popular iniciativa gastronómica popular de la región.