Por más de quince años, el nombre de Francisco Santos ha estado presente en los expedientes judiciales relacionados con el paramilitarismo urbano en Colombia. No porque haya pertenecido a una estructura armada, ni porque empuñara un fusil, sino porque, según múltiples declaraciones de exjefes de las AUC, habría sido uno de los civiles que propuso la expansión del proyecto paramilitar a Bogotá. Específicamente, la creación del Bloque Capital: un frente armado clandestino que operó en la ciudad a finales de los años noventa y principios del 2000, desde la cárcel La Modelo y con presencia en barrios como Ciudad Bolívar, Kennedy, San Cristóbal y Usme.
La acusación ha sido reiterada en escenarios formales de la justicia transicional. En 2007 ante Justicia y Paz, y más recientemente en 2023, ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Salvatore Mancuso señaló directamente a Santos como el civil que, en nombre de sectores bogotanos “agobiados por el avance de la insurgencia”, solicitó la conformación de ese bloque. Dijo también que fue él quien propuso el nombre de “Bloque Capital”. En palabras de Mancuso, Francisco Santos no solo conocía el modelo paramilitar del norte del país: lo admiraba, y quería replicarlo en la capital.
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Este miércoles, el señalamiento volvió a salir a la superficie, pero no en una sala judicial, sino en un cruce de publicaciones en la red social X. Francisco Santos publicó un mensaje dirigido al presidente Gustavo Petro con tono irónico y personalista. Mancuso, desde, al parecer, su perfil en X respondió sin rodeos:
“¿Cuántas verdades le debes a este país? ¿En cuántas reuniones espurias participaste y aún no has hablado de ellas? Antes de atreverte a ser un ‘faro moral’, examina tu pasado. Porque si de culpas y cárcel hablamos, tú serías el primero en la fila”.
Las versiones de Mancuso: de Justicia y Paz a la JEP, la acusación nunca cambió
En su audiencia del 10 de mayo de 2023 ante la JEP, Mancuso reiteró lo que lleva diciendo desde hace más de una década. Que Francisco Santos asistió a reuniones con él y con Carlos Castaño, en las que se discutió formalmente la creación de un bloque paramilitar para Bogotá. Que no lo hizo como testigo ni como cronista, sino como interlocutor. “Solicitó la creación del Bloque Capital. Hasta sugirió el nombre”, afirmó ante los magistrados. Aclaró, además, que Santos actuaba como vocero de sectores empresariales y políticos de Bogotá que temían el avance territorial de las FARC y querían “replicar el modelo exitoso de Córdoba”.
Estas declaraciones no aparecieron de forma espontánea en 2023. Ya en marzo de 2007, en versiones libres ante fiscales de Justicia y Paz, Mancuso había señalado que, por pedido de Carlos Castaño, se discutió la posibilidad de “montar un bloque en la capital de la República” y que en ese proceso participaron civiles, entre ellos Francisco Santos, quien según el exjefe paramilitar, “mostró una receptividad sorprendente” hacia la lógica de seguridad privada de las AUC.
Don Berna, Jorge 40 y El Alemán también lo mencionaron
Las afirmaciones de Mancuso han sido reforzadas por otros altos mandos paramilitares. Diego Fernando Murillo, alias Don Berna, envió una carta a la Corte Suprema en la que confirmó que Santos participó en reuniones con Carlos Castaño con el objetivo de crear un frente armado urbano en Bogotá. Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, relató que escuchó directamente a Mancuso referirse a ese tema y a su interlocución con el entonces periodista. Fredy Rendón Herrera, alias El Alemán, reconoció haberse reunido con Santos en Tierralta (Córdoba), aunque aclaró que en ese encuentro no se habló exactamente del Bloque Capital.
Estas menciones no surgieron en un solo proceso ni ante una sola instancia. En total, según registros documentados por la Comisión Colombiana de Juristas, al menos veinte testimonios —de paramilitares, civiles y representantes de organizaciones sociales— han hecho referencia al papel de Francisco Santos en los planes de expansión urbana de las AUC.
El expediente judicial: un proceso que la Fiscalía intentó cerrar, pero sigue abierto
La Fiscalía General de la Nación abrió una investigación penal contra Santos por concierto para delinquir agravado, con base en los testimonios recogidos entre 2007 y 2015. En 2016, el Tribunal Superior de Bogotá, en una sentencia de Justicia y Paz, instó a continuar con la investigación y a no desestimar los señalamientos sin agotar las pruebas.
Pese a esto, en julio de 2024, la Fiscalía Primera Delegada ante la Corte Suprema de Justicia solicitó la preclusión del caso, argumentando vencimiento de términos. La Comisión Colombiana de Juristas, en representación de víctimas del Bloque Capital, apeló la decisión. En su recurso, recordó que el proceso ha sido objeto de dilaciones institucionales y que existen pruebas suficientes para continuar, entre ellas una decena de declaraciones coincidentes sobre reuniones sostenidas por Santos con la cúpula de las AUC.
Tal como informó RTVC Noticias en ese momento, las víctimas denunciaron que la solicitud de preclusión sin agotar las pruebas forma parte de una tendencia institucional a proteger a figuras de alto perfil implicadas en el origen civil del paramilitarismo. La apelación está en curso. El caso, al menos por ahora, no ha sido cerrado.
La posición de Santos: negación total, sin debate con Mancuso
Francisco Santos ha negado todas las acusaciones. Ha declarado que sus reuniones con Carlos Castaño y Salvatore Mancuso fueron públicas y legales, y que ocurrieron en calidad de periodista o miembro de la Fundación País Libre. Ha afirmado que no pidió la creación de ningún bloque armado ni propuso nombres para él, y que los señalamientos forman parte de lo que llama “infundios” sin pruebas.
En mayo de 2023, tras la audiencia de Mancuso ante la JEP, Santos publicó un comunicado en el que aseguró:
“Ese infundio ha sido investigado una y otra vez por infinidad de instancias judiciales. No puede haber una sola prueba, porque nunca sucedió”.
También ha dicho que no debatirá con Mancuso públicamente, para no concederle credibilidad.
El Bloque Capital existió. Actuó. Y dejó muertos sin justicia
El Bloque Capital fue una estructura real de las AUC. Su origen se remonta a la cárcel La Modelo, donde jefes paramilitares como Miguel Arroyave organizaron células armadas que extendieron su operación a varias localidades de Bogotá. Su historia está documentada por la Fiscalía, por el Centro Nacional de Memoria Histórica y por organizaciones sociales que han denunciado su accionar. Se le atribuyen homicidios selectivos, desapariciones, amenazas y control armado de sectores comerciales y populares.
Aunque no ha habido una sentencia definitiva que vincule a esta estructura con el asesinato de Jaime Garzón en 1999, el caso continúa abierto y se investiga si los autores materiales pertenecieron a este frente armado.
El trasfondo: la verdad que sigue sin contarse
Mancuso no le exige a Santos una réplica ni un desmentido. Le exige que diga lo que él mismo lleva diciendo desde hace más de una década: que el paramilitarismo no fue solo una maquinaria armada rural, sino un proyecto político, social y económico que contó con el respaldo de sectores civiles de poder. Que Bogotá no fue una excepción, y que el Bloque Capital no surgió de forma espontánea. Alguien lo pensó, alguien lo pidió y alguien lo permitió.
Por ahora, el caso judicial permanece en manos de la justicia ordinaria. Si prospera la apelación de las víctimas, podría reabrirse la investigación a fondo. Si no, el expediente se sumará a la lista de verdades no dichas y de responsabilidades que nunca llegaron a juicio.
Y es esa deuda, más que el cruce de mensajes, la que sigue en el centro de la confrontación.