La reforma laboral del Gobierno Nacional avanza hacia su cuarto y último debate en el Senado en medio de fuertes críticas por parte del Pacto Histórico, que ha denunciado un “desmonte progresivo” del texto original aprobado en la Cámara de Representantes.
Según esta bancada, los cambios introducidos en la Comisión Cuarta y ratificados en la ponencia para plenaria del Senado representan un retroceso en las garantías laborales para miles de trabajadores y trabajadoras en Colombia.
Uno de los puntos más polémicos es la incorporación del trabajo por horas. Desde el Pacto Histórico advierten que esta figura, lejos de promover la formalización, “inevitablemente deriva en la precarización de cientos de miles de puestos de trabajo”.
Citan estudios internacionales que muestran que los trabajadores por horas ganan en promedio un 18 % menos que quienes cuentan con contratos laborales plenos. “Además de la incertidumbre, también se reduce la productividad”, señaló una de las ponentes.
Otro aspecto criticado es la supuesta aprobación de una jornada laboral de cuatro días con tres de descanso. “Mentira. Lo que se aprobó fue la concentración de la jornada semanal en cuatro días, eliminando el límite diario y evadiendo el pago de horas extras”, denuncian desde la bancada, señalando que esta modificación vulnera los principios básicos del derecho laboral.
En cuanto al derecho colectivo, se cuestiona una modificación al literal F del artículo sobre conductas antisindicales.
El texto actual, según los críticos, permite interpretar que si una empresa utiliza “medios debidos” podría perturbar asambleas sindicales. “Está pésimamente redactado y deja abierta la puerta a violaciones del derecho de asociación”, se advierte.
En materia de salud laboral, también hubo retrocesos. La propuesta de licencias médicas para mujeres con afecciones ginecológicas fue restringida.
Inicialmente contemplaba permisos por menstruaciones incapacitantes; luego se limitó a mujeres con diagnóstico de endometriosis, y en la nueva ponencia solo aplica a citas con especialistas.
Frente al trabajo doméstico, se logró un pequeño avance. Tras fuertes denuncias, se reincorporó la prohibición de jornadas diarias de hasta 10 horas para trabajadoras internas. “Esto demuestra que nuestras alertas sí funcionan”, señalaron desde la bancada.
En contraste, se criticó que se reviviera el artículo para la formalización del sector transporte sin que se garantice contrato laboral escrito. “No pasa de ser una política cosmética”, afirmaron.
Finalmente, el Pacto Histórico insistió en que la única manera de recuperar el corazón de la reforma laboral será mantener la presión ciudadana. “La consulta popular va. No permitiremos que se apruebe nada regresivo para los y las trabajadoras”, concluyeron.