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Día de la Prevención del Suicidio: en Colombia, 8 de cada 10 personas que se quitan la vida son hombres

Entre enero y junio de 2025, se registraron 1.352 muertes por suicidio, de las cuales 1.085 fueron hombres y 267 mujeres.
Miguel Angel Lopez Paez

El suicidio es una de las problemáticas de salud pública más graves y silenciosas en Colombia. Según el Instituto de Medicina Legal, en el primer semestre de 2025, 1.352 personas murieron por esta causa, una cifra que no solo preocupa por su magnitud, sino también por las particularidades que revela: casi ocho de cada diez de quienes se quitan la vida son hombres. 

Este dato abre la conversación hacia un terreno muchas veces ignorado: la relación entre la masculinidad tradicional, la violencia y el cuidado de la salud mental.

Cada 10 de septiembre, se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, con el fin de hablar de un tema que todavía carga con estigmas y tabúes. En Colombia, aunque las mujeres enfrentan múltiples violencias, son los hombres quienes lideran las estadísticas de muertes por suicidio. 

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reportó en 2023 más de 3.300 casos, de los cuales el 77,7 % correspondía a hombres, un incremento frente a años anteriores. Esta diferencia refleja una brecha de género inversa que debe ser analizada en profundidad: los hombres son quienes más ejercen violencia, pero también son quienes más suicidios cometen.

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Masculinidades, silencio y salud mental

En entrevista con Radio Nacional de Colombia, Andrés Marín, fundador del proyecto 'Caballito de Mar', explicó que el suicidio masculino no puede entenderse de manera aislada, sino como el resultado de un modelo cultural que enseña a los hombres a reprimir emociones, negar el dolor y resolver sus crisis en silencio.

“Los hombres ejercen violencia hacia las mujeres, pero al mismo tiempo cargamos con un modelo que nos desconecta del cuidado propio. No sabemos cómo tramitar una ruptura amorosa, una depresión o una ansiedad. Eso eleva crisis emocionales que no están siendo atendidas”, afirma.

Marín explicó que el machismo no solo daña a las mujeres, sino que también cobra la vida de los hombres. “Somos quienes más agredimos, pero también quienes más morimos por suicidio. No es casualidad: es el resultado de un modelo educativo y cultural muy dañino que nos enseñó a callar en lugar de expresar”, agrega.

Ese silenciamiento histórico se refleja en el día a día: hombres que no acuden al médico, que no reconocen su vulnerabilidad, que minimizan síntomas físicos y emocionales, y que interiorizan la idea de que pedir ayuda es signo de debilidad. 

En palabras de Marín, “el día que los hombres aceptemos que necesitamos llorar, hablar y cuidarnos, empezaremos a transformar esta realidad”.

Políticas públicas y el cuidado como derecho

La Ley 2460 de 2025 abrió un camino importante al garantizar el acceso universal a servicios de salud mental, pero el desafío trasciende la atención clínica. También se trata de transformar las formas de ser hombre y replantear la cultura del cuidado.

En ese sentido, el Conpes 4143 sobre la Política Nacional de Cuidado es un documento clave. Aunque inicialmente pensado para redistribuir las cargas que históricamente han recaído sobre las mujeres, el Conpes también plantea que los hombres deben aprender a cuidarse y a participar en entornos de cuidado comunitario. 

El cuidado, entendido como un derecho y un deber, es una herramienta de prevención de violencias y un camino para reducir la incidencia del suicidio masculino.

El Ministerio de Igualdad ha insistido en que, para hablar de equidad, no basta con reconocer las desigualdades que afectan a las mujeres: es necesario también abordar los impactos del machismo en los hombres, entre ellos la incapacidad de expresar emociones, el consumo problemático de alcohol y drogas, y la elevada tasa de muertes por suicidio.

Caballito de Mar: arte, pedagogía y nuevas masculinidades

Desde los territorios, surgen proyectos como Caballito de Mar, que buscan hackear las formas tradicionales de ser hombre. Una de sus apuestas es la exposición 'Hack al Rey', una instalación artística que utiliza la metáfora del ajedrez para cuestionar el rol hegemónico de la masculinidad.

La iniciativa combina arte, pedagogía y comunicación para abrir espacios de reflexión comunitaria. No se trata de imponer un modelo único de masculinidad, sino de invitar a los hombres a reconocer sus emociones, hablar de ellas y aprender a cuidarse.

Como dice Marín, “el suicidio muchas veces es la acumulación de silencios. Necesitamos escenarios donde esos silencios puedan convertirse en palabras y en redes de apoyo”.

Brecha de género y prevención

La conversación sobre suicidio en Colombia no puede ignorar la paradoja de género: mientras las mujeres son mayoritariamente víctimas de violencias basadas en género, los hombres son quienes más mueren por suicidio. Esta brecha obliga a pensar en políticas diferenciadas que reconozcan las necesidades específicas de ambos grupos.

De acuerdo con Marín, eso requiere pensar que en los hombres la prevención pasa por derribar los mandatos de la masculinidad tradicional, abrir espacios para hablar del dolor y promover entornos donde pedir ayuda no sea sinónimo de debilidad. En las mujeres, implica garantizar la protección frente a violencias estructurales que también pueden derivar en riesgo suicida.

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Aprender a cuidarse: un mensaje para los hombres

En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, Marín deja un mensaje directo a los hombres del país: “Necesitamos aprender a cuidarnos. El cuidado no es solo ponerse una mascarilla o ir al gimnasio; es un acto de conciencia, de preguntarse qué siento y cómo lo tramito. Para cuidar afuera, primero hay que cuidarse adentro”.

La prevención del suicidio no depende solo del sistema de salud, sino también de una transformación cultural profunda. Hablar, reconocer la vulnerabilidad y aprender a cuidarse son pasos urgentes para salvar vidas. Porque detrás de cada cifra hay historias de hombres que pudieron encontrar otro camino si hubieran tenido redes de apoyo, espacios de diálogo y una sociedad dispuesta a escuchar.

Si en algún momento sientes que necesitas apoyo, recuerda que no estás solo. En Colombia existen líneas y servicios de atención en salud mental dispuestos a escucharte y acompañarte.


Puedes consultar el directorio oficial de líneas de prevención del suicidio y atención en salud mental aquí:
👉 Directorio de Salud Mental – Ministerio de Salud de Colombia (PDF)

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