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CERRAR

Cuando la música brota del reciclaje, la esperanza resuena en Chorrera, La Guajira

En Chorrera, La Guajira, más de 60 niños transforman desechos en instrumentos musicales con la Banda Cívica de Reciclaje Numas Molina, un proyecto que une arte, reciclaje y esperanza para renovar su comunidad.
Jaimelis Fonseca Sierra

En las montañas del sur de La Guajira, en el pequeño corregimiento de Chorrera, municipio de Distracción, donde por años el silencio y el olvido parecían habituales, hoy resuena una melodía distinta, que hace renacer a un grupo de niños y jóvenes en medio de la motivación que emerge de la música y el cuidado al medio ambiente. 

Son más de 60 menores, en su mayoría de zonas rurales y familias de bajos recursos, los que decidieron transformar su entorno con lo que tenían a la mano, desechos convertidos en instrumentos y sueños convertidos en canciones. Un proyecto que nació gracias a uno de sus docentes que hoy quiere ver a esta generación motivada y con el anhelo de generar cambios significativos desde sus territorios. 

Así nació la “Banda Cívica de Reciclaje Numas Molina”, la única en todo el departamento de La Guajira que utiliza exclusivamente material reciclable para fabricar sus instrumentos musicales. Bidones viejos se convierten en tambores, botellas plásticas en maracas y, en lugar de liras, suenan las cantadoras, manteniendo viva una tradición profundamente arraigada en la identidad caribe.


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El arte y la cultura como estrategia de transformación 

Este proyecto no solo promueve el arte y el reciclaje, sino que también se ha convertido en una estrategia de permanencia cultural y en un poderoso símbolo de esperanza para la comunidad. Aunque en el pasado los estudiantes intentaron otras iniciativas ecológicas, fue la música la que logró conectar verdaderamente con su espíritu, porque forma parte de la idiosincrasia guajira, del amor por el ritmo y las artes.

El maestro Orley Rodriguez, un docente apasionado por la educación rural y la música, es quien ha guiado con dedicación a esta banda que hoy inspira al departamento. En sus clases, promueve la cultura del reciclaje y enseña que el arte puede ser un vehículo para cambiar realidades.

A su lado, el rector Numas Molina, compositor y amante de la música tradicional, ha aportado su talento y conocimiento para darle un toque clásico y caribeño a las interpretaciones de la banda, incluyendo temas icónicos como “La Piragua” y adaptaciones de vallenatos que evocan las raíces culturales de la región.

Madres que motivan y aportan a la transformación 

Detrás de cada presentación, las madres de familia también tienen un papel fundamental: elaboran con orgullo los vestuarios de los niños, llenando de color y tradición cada presentación, aportando también la cultura del reciclaje en la elaboración y convirtiéndose en instrumento de motivación para unos jóvenes que necesitan creer que los sueños si se cumplen y que ellos tienen las llaves del futuro.

Hoy, la Banda Cívica de Reciclaje Numas Molina no solo hace vibrar a Chorrera con sus melodías; ha logrado sacar del anonimato a una comunidad entera que ahora se siente orgullosa de ser ejemplo de creatividad, unión y transformación para la paz a través del canto, la escasez y la creatividad.

Desde este rincón de La Guajira, los jóvenes de Chorrera demuestran que cuando la creatividad se une al amor por la tierra, hasta el silencio puede convertirse en canción.

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