Tocaimo: donde el alma canta y se inspira, la Ruta de los Juglares
Es un pequeño territorio por el que pasa la Ruta de los Juglares, un recorrido turístico-musical que rinde homenaje a los grandes exponentes del folclor vallenato. Esta ruta, que atraviesa paisajes, pueblos y memorias, tiene como uno de sus destinos clave a Tocaimo, tierra donde vivió e inspiró buena parte de su obra el maestro Leandro Díaz.
El recorrido inicia en El Plan, Guajira, cuna de Matilde Lina, la musa inmortalizada por Leandro. Continúa por Manaure, Cesar, San José de Oriente, el corregimiento de El Rincón en San Diego —donde nació el legendario acordeonero Juan Muñoz, quien inmortalizó el aire vallenato de la puya—, Media Luna, Tocaimo y finaliza en la vereda El Desastre, una trocha a unos 6 kilómetros de la carretera principal que conduce al municipio de Agustín Codazzi.
La ruta no solo conecta lugares, sino también las historias detrás de las canciones más sentidas del vallenato. En Tocaimo, donde nacen las aguas claras del río que lleva su nombre, Leandro compuso Matilde Lina, una de sus obras más emblemáticas. Allí, entre calles destapadas y parrandas tradicionales, sigue viva la esencia del folclor que le dio identidad al Caribe colombiano.
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Leonardo Araújo, comerciante y miembro del comité de turismo local, lidera uno de los espacios que hacen posible este renacer cultural. En su restaurante Los Tocaimeros, ha creado El Balcón de Leandro, un sitio para que propios y visitantes se conecten con la historia viva del territorio. Para Leonardo, este corregimiento —golpeado en el pasado por el conflicto armado— hoy resurge gracias al turismo cultural como una forma de resistencia y memoria.
Uno de los retos pendientes para fortalecer esta ruta es el mejoramiento del camino de herradura entre Tocaimo y El Desastre. "Tristemente no hay paso para que la gente transite por ahí y eso sería fomentarnos más el turismo, porque ahí sí quedaría finiquitada la Ruta de Los Juglares", afirma Leonardo.
Tocaimo es mucho más que un punto en el mapa: es un lugar donde la música, la cultura y la tradición siguen dando notas de esperanza. Un rincón del Cesar donde el alma canta y se inspira.
